Por: Juan C. Ramírez.
El tatuaje como arte, es tan efímero como la
vida misma, pero su significado es tan fuerte, como para enterrase con él. Cuando
de tatuajes se habla, la mayoría de la gente los asocia con delincuencia o
temas vandálicos. Por eso es muy común recibir sermones de nuestros padres
acerca de lo indecentes que se ven, y de lo malo que sería, si su hijo se
tatuara.
El tatuaje es visto como sinónimo de maldad o
rebeldía, de persona que vive su vida bajo sus propias reglas, y no le importa
lo que piense la demás gente. Es esta mirada negativa hacia el tatuaje, la que
hace olvidar que el tatuaje es un arte que muy pocos logran hacer bien. Capaz
de provocar un sinnúmero de reacciones y sentimientos opuestos como interés,
admiración, consternación, asco, asombro u oposición, este arte no pasa
desapercibido en el cuerpo de una persona.
Es por esto que cualquier persona que vea un
tatuaje se pregunta el porqué del tatuaje. Es aquí, en su significado, donde
este arte adquiere su verdadera importancia pues varía dependiendo de la
cultura, la época y la persona que lo porta. Los tatuajes tienen que ser vistos
como un arte y no como un tabú.
Como lo dice Phystoria (página de historia
universal) “Así como los demás artes, el tatuaje toma diferentes significado
dependiendo de la época, la cultura y la persona tatuada. Para los antiguos
habitantes de la isla de Borneo ubicada al sur de China, los tatuajes
representaban la captura y posterior esclavitud de los hijos de sus oponentes.
Para los hindúes y los tibetanos, los tatuajes son una forma para superar los
momentos difíciles de la vida como la pubertad, el embarazo, las enfermedades y
la tristeza.
Tatuajes que significan protección frente a
enfermedades pueden ser encontrados desde Egipto hasta Sur África. Los Piratas
solían tatuarse un gallo en un pie y un cerdo en el otro pues significaba que
no morirían ahogados. Para los maoríes (habitantes de Nueva Zelanda), el
tatuaje sigue teniendo el mismo significado de sus ancestros, un pasaje que
documenta la vida de la persona en la tierra para poder vivir después de la
muerte.
Hoy en día el tatuaje conmemora parientes
muertos, momentos difíciles y felices de la vida, amores, ideologías, grupos
musicales, sentimientos y un sinnúmero de significados que van ligados a la
persona tatuada. Como se puede apreciar, el tatuaje puede tener diversos
significados como lo tienen las demás artes, la diferencia de éste, es que el
significado siempre estará ligado a la persona que lo porta, haciendo que el
tatuaje tome una fuerza personal, que conecta al portador con el tatuaje.
Sin embargo para que una obra de arte sea
apreciada en su totalidad se necesita más que el significado de la obra, se
necesita de la estética. La calidad y el detalle son los determinantes para que
un tatuaje tenga una estética deseada. El tatuaje debe ser dibujado en la piel
mediante líneas finas de color negro hasta obtener el bordeado del dibujo.
Luego se debe seguir al relleno de la obra, donde el sombreado y el juego de
colores, son los responsables del detalle en el tatuaje.
La ultima razón por la cual el tatuaje tiene
que ser considerado un arte, es porque detrás de cada tatuaje esta un autor. Es
el artista el que verdaderamente se encarga de captar e interpretar la idea y
el significado que le pide su cliente, para luego mediante su experiencia, su
técnica y su creatividad, plasmar en la piel la obra de arte.
Pero convertirse en un tatuador profesional
(y al decir profesional me refiero a poder vivir del arte de tatuar) tiene las
mismas dificultades que convertirse en un pintor profesional, en un músico
profesional, etc. Se sabe que en cualquier arte existen diversas técnicas para
crear las obras, que además, estas técnicas requieren de un largo proceso de
aprendizaje mediante el cual el artista va obteniendo experiencia y va
mejorando la calidad de su arte. A esto se le debe sumar el hecho de que el
artista debe ir tomando o formando su toque mágico, el cual lo distinguirá del
montón y le dará reconocimiento. Todo esto aplica en su totalidad al arte del
tatuaje pues tanto la técnica, como la originalidad y la creatividad hacen del
tatuador, un buen artista. Pero a diferencia de las demás ramas del arte, y en
especial en el mundo actual, no existe ninguna escuela ni universidad donde
alguien pueda ir a estudiar el arte de tatuar. La forma de aprendizaje de este
arte sigue siendo la relación entre maestro aprendiz, que se remonta a las
culturas indochinas y japonesas.
Hoy día, por lo general, la persona que
quiere aprender a tatuar debe ponerse a disposición de su maestro o tutor, con
el fin de que este le enseñe a tatuar. Una vez el tutor crea que su aprendiz
está listo para convertirse en un tatuador, lo deja empezar a practicar su arte
como medio de supervivencia. Esto no quiere decir que el aprendiz deje de
aprender de su tutor ni que sea su día de “graduación” un artista respetado;
esto solo significa que ha comenzado su verdadera carrera de tatuador para
luego ser alguien reconocido.
En síntesis, debido a que el tatuaje posee
significado, estética, y una persona que lo crea, tenemos que verlo como un
arte. Tal como el pintor usa el lienzo para plasmar su obra, el escritor una
hoja para escribir un poema, y el músico un instrumento para reproducir
sentimientos, el tatuador usa la piel para impregnar su obra.
Sin embargo, así como no podemos ver el arte
de tatuar como un tabú, tampoco podemos ver a este, como una moda. Es decir
como algo trivial, que en determinado tiempo, tan sólo significa seguir la
masa. El porqué no podemos ver a este arte como una moda, se debe a que estaríamos
olvidando el misticismo y el significado de este arte. Aquella tradición
ancestral, que era practicada por los más sabios, los líderes o los viejos.
Donde la estética, iba más allá de la mera belleza y se convertía en orgullo,
prestigio y honor. Y donde el significado no era el estar igual que la masa,
sino un simbolismo religioso, una cura para enfermedades emocionales, un cambio
trascendental en la vida o la vida misma en sí.
Hoy en día, muchos de los que portan
tatuajes, no conocen el significado histórico y ancestral que tiene el tatuaje,
y por ende, no disfrutan de sus tatuajes tanto como pudieran hacerlo. Sin
embargo, muchos de esos tatuajes van más allá de una moda y se convierten en
curación espiritual y/o emocional, en símbolos religiosos para obtener
protección y en recuerdos que conmemoran episodios de la vida.
En suma no podemos pretender, que el tatuador
de hoy día sea siempre un sabio o un líder, pero sí alguien que sepa más sobre
este arte que nosotros. Y tampoco podemos pretender que llegue a representar lo
que representaba en el pasado, pero sí representar las situaciones del
presente.
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