¿Qué todo es química? Es una frase común en la vida diaria y en el
contexto educativo; pero ¿Quien se encarga de enseñar algo de química a los más
pequeños?, ¿Cómo les enseñamos a esas pequeñas cabecitas, lo que es una
reacción química, una mezcla, una formula química? Abordar estos temas a
temprana edad es algo complejo y lo más recurrente es enseñar con un libro de
texto, ¿pero habrá un libro de texto que aborde dichas competencias para los
alumnos de pre—escolar y primaria?
Existen un sin número de estrategias
metodológicas en el aula, entre ellas seria buscar un libro de
texto y observar a los estudiantes dibujando y
leyendo para luego
hacer actividades (la más
frecuente), también se puede optar por memorizar la información y después
realizar un quiz de lo aprendido. También
está la metodología pragmática que consiste en prácticas en el laboratorio, (en menos frecuencia)
considerando que se puede caer en el error del activismo en donde los estudiantes
sigan un sin número de instrucciones mecanizadas. En fondo la preocupación
surge de cuestionamiento cómo logramos que los estudiantes de pre—escolar y/o
primaria desarrollen la competencia científica, que clasifiquen, seleccionen,
relacionen, infieran, categoricen, conceptualicen, concluyan y se dé él tan
anhelado aprendizaje de las ciencias y en particular la química.
No se afirma que necesitemos futuros
químicos claro se necesitan; sino se conjetura que quienes orientan la
enseñanza de las ciencias naturales han de considerar las diferentes
metodologías de enseñanza ajustadas a las capacidades de los estudiantes de
primaria y pre—escolar, es decir, asumir un papel investigador mediante el
descubrimiento y la comprobación que incentive el aprendizaje de algunos
contenidos químicos.
¿De qué manera se habría de enseñar algo
de química a los más pequeños? Podemos unificar las alternativas propuestas
anteriormente y lograr que de dicha manera se logre contribuir en forma
significativa al desarrollo de la competencia
científica de los estudiantes de pre—escolar y primaria tales
como: dinamizar talleres de clase, guías de laboratorio, lecturas de textos,
memorización de conceptos, aplicaciones digitales, prácticas en el laboratorio
con el ánimo que los niños aprendan conceptos
básicos, y también
procedimientos, actitudes y
valores propios del
trabajo científico, que
sean capaces de utilizar todas
sus potencialidades para predecir y explicar determinados fenómenos, y a su vez
disfruten con la ciencia.
A partir de esta idea surgió el proyecto
“Didáctica de las ciencias en diversos
contextos deaprendizaje”, una propuesta del área de Ciencias Naturales
junto con algunos docentes de primaria, que pretende facilitar el aprendizaje
de algunos contenidos químicos básicos de los estudiantes de pre—escolar y
primaria. En su curso de ejecución se han encontrado algunos escollos en el
camino como la falta de interés, la transposición didáctica de las competencias
científicas, los conceptos y tecnicismos, el entusiasmo desmedido o la
constancia disciplinada, las cuales han sido minimizadas por la colaboración,
la participación, el liderazgo (en algunos casos), el interés académico o
personal, el respaldo pedagógico y la experiencia investigativa por parte de
los propios estudiantes de primaria, los monitores de práctica, los colegas y la
puesta en escena de las didácticas. En suma, llevar y llegar a los pequeños por
el mundo de las ciencias al saber científico con su curiosidad y entusiasmo ha
resultado una experiencia enriquecedora tanto para ellos como para los
docentes.
Este es un ejercicio interesante e innovador, que entre otras satisfacciones; es importante mencionar la alegría que produce en los niñ@s sus clases de química y
ResponderEliminarLa responsabilidad y compromiso con la que los monitores (estudiantes de décimo) y docentes desarrollan y apoyan dichos procesos🤗