Por Wendy Estefanía Gutiérrez
Con el objetivo de aprovechar de manera positiva el
potencial de los jóvenes pertenecientes a las mal llamadas “barras bravas” en
Colombia, desarrollaron un concurso documental llamado el color de la pasión,
un ejercicio lúdico, educativo y de reconocimiento de esos jóvenes y de sus capacidades.
Los barristas deberían hacer un bien vivir en el futbol y no armar linchadas,
el objetivo es la pasión que ellos sienten por tener una camiseta, más que
futbol es una pasión.
Se debe de saber utilizar una camiseta y celebrar de
una forma madura, la afición por el futbol rompe los esquemas tradicionales de
todas las personas que semana a semana asistían a los estadios en plan
familiar, y dio paso al surgimiento de las barras futboleras o mal llamadas
barras bravas, pero las barras futboleras han sido generadoras de hechos de
intolerancia en nuestro país.
El fenómeno del barrismo ha venido desarrollándose
en un entorno social complejo, en donde se conjugan la desigualdad, la falta de
oportunidades, la violencia y la conflictividad juvenil, pero la pasión por el
futbol ha venido tomando fuerza y posicionándose como una de las mayores alternativas
de los jóvenes de permanecer a un grupo social que le brinde reconocimiento e incluso
afecto.
Llama la atención que solo se miren los aspectos
problemáticos y no se le reconozca la labor social la solidaridad y muchos otros
atributos positivos, con la pasión al futbol se llevan a cabo buenas practicas,
que pueden contribuir a la construcción de un mejor país. Asimismo podemos ver
el futbol de otra manera como en los demás países, es una gran distracción para
los jóvenes, ocupan más su tiempo en integración, desarrollo, solidaridad. Lo
cual permite alejarlos del vicio y la violencia, de igual modo se establece un
mejor futuro, más aun si practican el futbol porque ayuda a mejorar la salud de
las personas, ayuda al crecimiento de los niños, a compartir más y también la pasión
por este deporte no tiene exclusividad.
El futbol es fuente de orgullo, de inspiración y de
superación, como es de los barristas cada uno tiene igualdad de derecho al
escoger su equipo, es emocionante. En algunas ocasiones ocurren enfrentamientos
que terminan en agresiones y la producción de odios y rabias. Lo creativo y familiar
da paz a la competencia y al fenómeno del barrismo pero el futbol tiene la
capacidad de transformar la sociedad y fomentar la convivencia.
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